Nacido en la montañas de Santander en el año 1943, Guillermo Sierra Barreneche
descubrió su amor por el mar después de una vacaciones en Cartagena. A sus 17 años entendió que su vida la dedicaría a cultivar ese amor, lo que hizo que se inscribiera en la Escuela Naval y posteriormente se integrara a la Flota Mercante Grancolombiana.
Durante los 32 años en los que trabajó allí, tuvo la oportunidad de navegar en diversos tipos de barcos que la empresa ofrecía, así como avanzar en distintas posiciones a bordo. Desde trabajar como jefe ingeniero hasta asumir la dirección técnica en la gerencia de buques de la empresa, Guillermo da cuenta de incontables travesías, amistades, aventuras y vicisitudes en una Flota insignia del país.
Y es que fue gracias a sus remembranzas y a muchas reflexiones sobre el tiempo que pasó en la Flota Mercante Grancolombiana lo que lo llevaron a escribir este libro. En su cabeza rondaba la idea de crear una obra que reflejara todos los acontecimientos que llevaron al nacimiento de la Flota y a su posterior ocaso. Su mayor deseo era hacerle justicia a una institución con la que compartió tanto tiempo y que, en sus palabras, “le depararía imborrables satisfacciones, triunfos y decepciones”.
“Jamás en la historia de este país se había hablado con tanta franqueza y precisión de lo que sucedió en el área técnica de la FMG, una empresa bandera que alcanzó a
tener 25 buques propios y 80 alquilados”, afirma Sierra. Y hoy, después de un trabajo extenso en el que recolectó datos, testimonios, material fotográfico de la época e información de primera mano, nos presenta con gran orgullo su obra.
En ella busca presentar un compilado de historias fieles a los acontecimientos de aquella época y cómo sirvieron a “los intereses de varias naciones sudamericanas, principalmente a sus socios: Colombia, Venezuela y Ecuador”. En sus páginas relata los hechos que convirtieron a la Flota en una empresa modelo en el continente por lo que representó para el crecimiento del país, pero también hace hincapié en los “errores de politización, la ausencia de un dueño que se preocupara por su negocio y la falta de adaptación a los cambios impuestos en el comercio mundial” que llevaron a la caída de este coloso.
De esta manera, Guillermo Sierra da vida a una obra que no solo busca impactar a aquellos docentes y estudiantes que estén interesados en conocer más sobre este hito. Para el autor, la obra puede servirles a muchos no solo para conocer más sobre la que fuera una insignia de los océanos, sino también para advertir aquellos errores y complicaciones que podrían haberse evitado en el pasado.
Una obra que para el autor más que lujo era un deber, una misión que le permitió hacerle justifica a la Flota Mercante Grancolombiana y a homenajear a los ciento de “marinos que llevan tatuado en su corazón el escudo de la FMG”.
Adquiere la obra acá.